“La sociedad a través de la literatura realista”
Cuentos: “El papá de Simón” de Guy de Maupassant, “La
nodriza” de J.M. Eca de Queirós y “Un
árbol de Noël y una boda” de Fedor Dostoievsky.
La característica que todos estos cuentos comparten,
además del realismo, es que todos se basan básicamente en un mismo tema: la
inocencia.
Por ejemplo, en “El papá de Simón”, Simón es el vivo
ejemplo de la inocencia, es un pobre niño que se deja ofender por el maltrato
verbal y físico que recibe de sus compañeros por el hecho de carecer de un
padre. En este menor aún podemos llamar inocencia al hecho de que crea que no
tener padre es algo parecido a un pecado, pero si nos referimos al medio
ambiente social en el que se desenvuelve la historia, la palabra indicada sería
“ignorancia”; aunque es posible que en esa época, esa posición social era algo
totalmente relevante y que por cultura, las mujeres que no tenían marido eran
mal vistas.
En la actualidad sabemos muy bien que es bastante
común que una madre críe sola a sus hijos, y me arriesgaría a afirmar que son
muy pocas las mujeres que lo hacen porque sus maridos han muerto, puesto que la
mayoría lo está sola por conflictos de todo tipo, desde sentimentales hasta
sociales. Por lo tanto ahora hablamos de una sociedad distinta, renovada, no
libre de prejuicios, pero si, sin tanto misterio acerca de las madres solteras.
Por otro lado tenemos a la nodriza en el cuento de
J.M. Eca. Lo que fascina en este cuento es el valor de la nodriza como para dar
intencionalmente a su hijo a un malvado que su único objetivo era matar al
príncipe pero que sin saberlo mató al hijo de la pobre nodriza.
La sociedad de esta época idolatraba de gran manera a
la realeza; tanto así que para ellos hacer un sacrificio por estos era un
honor. En este caso, la esclava, que había compartido la leche que le
pertenecía únicamente a su hijo, decidió salvar al príncipe en lugar de su
hijo. Me parece que esta historia se basa principalmente en la discriminación
social, es decir, discriminan a un bebe, que carece de pecado o culpa alguna,
por su posición social, siendo este hijo de una esclava. Pero es acaso que ¿este
carece de derechos? Bien sabemos que no, sin embargo, el niño vivía en una
sociedad en que interesa más el apellido que la persona.
Una madre debería de pelear con uñas y dientes por la
vida de su hijo, más en la historia, esta decidió salvar al bebe de otra, aunque
al final de la historia podemos apreciar como esta madre se quita la vida,
puesto a su cargo de conciencia. Sus creencias religiosas, según la historia,
era diferentes a las que se establecen desde hacía muchos años. Ella idealizaba
al cielo como un lugar en el que se continúa viviendo del mismo modo que en la
tierra, ¿podría ser ese el motivo por el cual sacrifico a su hijo? Quizá no lo
fue, sin embargo, este fue su plan inmediato.
Por último tenemos al cuento de “Un árbol de Noël y
una boda” de Fedor Dostoievsky. De
los tres cuentos, es en este en el que más se enfatiza la discriminación por la
posición social; acerca de este tema—que relaciona a los tres cuentos— podemos afirmar, que
esta problemática sigue en pie, aún poseemos demasiada ambición como para darle
menos importancia a lo que al final nada tiene de valioso, el dinero no es más
que papel verde que intercambiamos por artículos para nuestra subsistencia o en
muchos caso nuestros “lujos”.
La ambición ha crecido con el pasar de los años, y si esta
sociedad actual no hace un cambio radical, los cambios se darán por sí solos,
así acabando con los esfuerzos de los justos pagando “justos por pecadores”
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